El viejo banco de jardín

 
 

El banco nos llegó en buenas condiciones estructurales, pero en cuanto a la pintura y acabados... Eso era otro tema. La pintura azul estaba aplicada sobre otra pintura, y esta a su vez sobre un barniz, y eso provocaba que se levantase con el uso.

Se repararon algunas grietas y se cambió la base del baúl, ya que esta sí que estaba en malas condiciones, se retiró la pintura vieja y el barniz, se le dieron dos buenas capas de imprimación y estaba listo para pintar y acabarlo con una cera. La decisión de pintar el mueble en un tono verde pampa surgió tras imaginar las diversas posibilidades que tenía como mueble de interior (recibidor) o de exterior (balcón, porche o terraza) y por tanto la necesidad de que su color fuera alegre a la vez que neutro, como detalle nos gustó mucho la idea de dejar la moldura superior en tono natural.

Cuando lo tuvimos listo nos faltaba algo, tanto visualmente como a un nivel de confort, así que nos pusimos manos a la obra con el cojín. Nos decantamos por una tela que imite la tan típica tela de lenguas mallorquina, que tan bien le sienta.

Finalmente aquí podéis ver el resultado de este encantador banco reacondicionado, totalmente listo para formar parte de vuestro hogar. ¡Esperamos que os guste!

 
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Érase una vez un mueble enterrado en cera